Caída del cabello tras el verano

Pelo que se cae después del verano, causas y remedios

Caída del cabello tras el verano

Cuando te levantas por la mañana, ¿ves más pelo del habitual sobre tu almohada?

No te asustes, es un fenómeno normal. El ciclo vital del cabello implica la alternancia de tres fases, una de crecimiento, otra de reposo y otra decaída. La duración media de este ciclo varía de 2 a 7 años, por lo que se estima que cada folículo produce unos 20 cabellos en su vida; especialmente en verano, el periodo es propenso a la caída del cabello y la razón es puramente fisiológica. Has pasado todo el verano al sol y, en consecuencia, tu cuero cabelludo ha estado sometido a un mayor estrés oxidativo que el resto del año; el cloro de las piscinas, el agua del mar y las gomas han estresado aún más tu cabello, que ahora está débil; No te preocupes, es precisamente en el otoño cuando se produce el recambio fisiológico de nuestro cuerpo, la piel y el cabello encuentran el momento adecuado para regenerarse, la caída del cabello después del verano no debe, por tanto, crear pánico, sino que debe aceptarse como un "cambio de muda" y, para que se produzca de forma óptima, es importante en este periodo fortalecer los bulbos pilosos y el cabello debilitado.

¿Qué ocurre?

La caída del cabello es normal, al ser organismos vivos, cuando agotan su ciclo vital se caen para ser sustituidos por otros nuevos. Entre las causas más comunes que provocan la caída del cabello se encuentran:
- NUTRICIÓN INCORRECTA: especialmente si carecen de nutrientes, vitaminas y fibra. El cabello se nutre de lo mismo que comemos; si la dieta es pobre, el cabello también se resentirá.
- ESTRÉS: es un verdadero asesino para el cabello, en los momentos en que estamos particularmente estresados, el cabello tiende a debilitarse.
- USO DE PRODUCTOS QUÍMICOS AGRESIVOS: los tintes, los colorantes y las decoloraciones pueden provocar el adelgazamiento del cabello.
- EXPOSICIÓN EXCESIVA AL SOL DURANTE EL VERANO: El sol es bueno para ti, pero cuando es demasiado, tu pelo, al igual que tu piel, se resiente. Si hay demasiada exposición al sol, la pérdida de cabello será bastante importante en otoño.

¿CÓMO INTERVENIR?

Masajear el cuero cabelludo es una actividad que ayuda en gran medida a la oxigenación de los bulbos pilosos, creando las condiciones fundamentales para un crecimiento exuberante. Tres cómplices ayudarán a apoyar este proceso ofreciendo un impulso de energía y vitalidad al cabello, concretamente una línea dedicada al tratamiento capilar fortalecedor y coadyuvante en la prevención de la caída del cabello compuesta por champú, mascarilla y loción; con extractos de uva roja, café, germen de soja y arginina con acción estimulante, revitalizante y antioxidante.


Veámoslos específicamente:
- CHAMPÚ REFORZANTE: indicado en todos los casos de cabellos débiles, frágiles, quebradizos y con tendencia a la caída, gracias a su acción estimulante, revitalizante y antioxidante, conteniendo diversos extractos para un efecto revitalizante, es el aliado perfecto para un cabello sano, brillante y frondoso.
- MASCARILLA CAPILAR: desde las primeras aplicaciones en sinergia con la Vid, el Germen de Trigo, la Soja y el Olivo con poder antioxidante, nutritivo y reparador, dará suavidad y excelente peinabilidad al cabello.
- LOCIÓN CAPILAR EN AMPOLLA: indicada en periodos de estrés o en el cambio de estación, es un tratamiento intensivo, específico para fortalecer y reforzar el cabello, combatiendo la caída excesiva y el adelgazamiento del mismo, mejorando su resistencia y densidad. Se aplica fácilmente y de forma selectiva: se aplica directamente sobre el cuero cabelludo, húmedo o seco, cada dos días y se masajea brevemente para favorecer su absorción.

CONSEJOS:

Incluso después de los meses más calurosos, recuerde que todavía es posible quemarse por el sol, sobre todo en el cuero cabelludo: el uso de sombreros, pañuelos y cremas especiales es una excelente acción preventiva. Después de tomar el sol también es conveniente proporcionar al cabello la hidratación adecuada, eliminando primero el sudor y la salinidad con champús suaves y utilizando después acondicionadores y mascarillas de acción fuertemente nutritiva y energizante.