Propiedades organolépticas

aspecto: líquido claro

color: transparente o amarillento

olor: ligero, característico

El aceite de avellana se extrae del fruto, o más bien del aquenio, del avellano, conocido en botánica como Corylis avellana (familia Corylaceae o Betullaceae).

Contiene un alto porcentaje de ácidos grasos insaturados (ácidos oleico y linoleico) que le permiten penetrar fácilmente en la piel sin ser graso, y tocoferoles antioxidantes.

Suave, nutritiva y regeneradora, está perfectamente adaptada a las pieles sensibles e irritadas, pero también a las mixtas y grasas, sobre las que ejerce una acción seborreguladora y astringente.

Similar al aceite de almendras dulces, pero con una absorción más rápida, es excelente para dar elasticidad a la piel sin ser graso. También se utiliza en casos de eritema solar en niños, y en eczemas muy secos.

Utilizado puro, tiene propiedades curativas, astringentes y calmantes.

Puede utilizarse como aceite de masaje, solo o mezclado con otros aceites, como vehículo para aceites esenciales o como componente de la fase oleosa en preparados cosméticos.

Advertencias: La avellana puede provocar alergias a algunas personas sensibles a los frutos oleaginosos.

Para uso externo. Conservar en el envase original bien cerrado. Almacenar en un lugar fresco y seco, alejado de la luz y de las fuentes de calor.